Como el cuello de un pitbull me la pone el presente muchacho, y es que de Adam se puede decir que es un auténtico hombretón, un verdadero macho. Todo en él lo evidencia: su musculado cuerpo en el que se marcan las formas cuando el sol luce sobre él, el bello que brota de su pecho, ese imponente rabo enorme y durísimo como un bate de baseball...
Eh aquí un tío ardiente y cachondo como pocos que disfruta jugando con su polla, tan pronto se bebe una cerveza como poco después vierte lo que le queda sobre su rabo para empaparlo con ella y cascarse una buena paja en la cubierta del yate, para terminar corriéndose sobre su firme abdomen.
Si no es poco placer el poder ser testigos de cómo disfruta meneándose su espectacular miembro, también lo es el ver cómo una vez que termina se limpia con una de las duchas del barco y el agua se desliza por toda su cincelada anatomía, escurriendo cual surtidor de una fuente por ese colosal y deseable miembro viril que tanto hemos ya mencionado, y es que es lo más destacable, sugerente y tentador de este bravucón mancebo.
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